El símbolo de la arroba ya forma parte de nuestra vida y de nuestro lenguaje cotidiano. A nadie le resulta extraño encontrarla formando los nombres comerciales de tiendas, cibercafés o marcas. Además, hoy en día la arroba también se utiliza para identificar de una forma igualitaria las personas de diferente sexo. De este modo, mucha gente superpone las letras "a" y "o" para formar una nueva: la @.
Sin embargo, y aunque pueda parecer todo lo contrario, este símbolo no surgió con las nuevas tecnologías, sus orígenes se remontan hasta la Edad Media. En esta época, los copistas solían utilizar este símbolo para unir las letras "a" y "d" para formar la palabra "ad", que en latín viene a significar "hasta" o "hacia". En 1536 aparecía en los documentos mercantiles la @ como abreviatura del precio. Por este uso, se incluyó el signo en las primeras máquinas de escribir. Por su parte, en la Edad Moderna, la "arroba" se utilizaba como unidad de peso y capacidad en España y en Sudamérica. Una arroba es igual a 11 kg y 506 gr.
En los 70, con la aparición del correo electrónico, comienza el uso del signo tal y como hoy lo conocemos. La "arroba" sirve para separar el nombre del emisor del correo del nombre del dominio o servidor. El inventor del e-mail, Ray Tomlinson, decidió elegir la @ como el símbolo más idóneo ya que ya se encontraba en todos los teclados y se evitarían confusiones al no ser muy utilizado. Finalmente, fue en los años 80 cuando se diseñó un protocolo estándar para el correo electrónico, de este modo todas las direcciones están compuestas por el usuario + @ + servidor.
Este símbolo es sólo una pequeña parte de la historia de esta gran Red llamada Internet.
martes, 4 de marzo de 2008
La historia de la @
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