Uno más para la colección

Un dos y un tres pueden significar muchas cosas. Si los sumas dan cinco, los años que llevo estudiando Periodismo y si los juntas dan 23, los años que acabo de cumplir. Toda una vida, aunque para muchos sea todavía una "mañaca", mientras que para otros soy ya una "vieja". Esto ha sido el pistoletazo de salida hacia una nueva vida a la que todavía no sé si quiero asomarme. Poquito a poco.

Ayer tuve la suerte de compartir el día con mi familia y la noche con mis amigos. Aunque faltaron muchos, algunos a los que echo mucho de menos, los que estuvieron supieron suplir el vacío. Gracias a los de siempre, por estar ahí año tras año, creo que ya he perdido la cuenta, ¿20 tal vez? y demostrarme que si quieres puedes. Gracias a las dos representantes de mis locos favoritos que aún sin tequila y con sueño supieron alegrarme la noche. Gracias a las últimas que han llegado, a mis compañeras de camarote y a la que lleva aguantándome cinco años ya.

Pero sobre todo quiero darle las gracias a una de mis estrellas, de mis ángeles, de mis mejores amigas que fue capaz de montar una fiesta sorpresa en tan sólo 48 horas por el simple hecho de notarme algo depre en un e-mail. Gracias por ofrecer tu piso que tanto te ha costado, por prepararlo todo, por estresarte tanto, por preocuparte por mí, por hacer que el día fuese menos gris y por conseguir sacarme una sonrisa. Gracias por estar ahí antes, ahora y mañana. Y gracias también al que tienes a tu lado y que es un verdadero cielo.

El próximo año más, no sé si mejor, si conseguiré recibir más de vientipico felicitaciones sólo entre sms y e-mails. Sólo espero seguir contando con vosotros y contigo.