martes, 28 de octubre de 2008

Pararrayos


"Los pararrayos no sirven cuando hay tormenta, dentro de mi cabeza"

martes, 21 de octubre de 2008

¿Qué es lo que realmente interesa al lector?

Echando un vistazo a la prensa digital de hoy me ha sorprendido la lista de las noticias más leídas por los lectores. Todos los medios de comunicación abren con lo mismo: la crisis, la crisis y la crisis. Sin embargo, los usuarios prefieren leer otras cosas "más interesantes" como que un avión estuvo a punto de chocar con un OVNI en 1991, que han detenido al novio de Falete por fingir, supuestamente, su secuestro express o que Angela Merkel está harta de que Sarkozy la "achuche" tanto.

La edición digital de El País, de Público y de El Mundo tienen estas tres noticias en su top ten, sin embargo es el diario de Pedro J. el que realmente llama más la atención. El ranking de este periódico lo encabezan los artículos relacionados con el sexo. Noticias como "Los penes más grandes del mundo", "El clítoris no es un pene pequeño" o "El Templo de Debod, lugar ideal para tener sexo con desconocidos" superan con claridad a otras informaciones como las últimas declaraciones de Rajoy o la huelga en los juzgados.

No es novedad. Los periodistas sabemos que la mayoría de las veces lo que se publica en los medios de comunicación no interesa a la mayoría del público. Sin embargo, continuamos ejerciendo ese periodismo de declaraciones que más tarde sólo se lee el interesado y sus cuatro familiares.

Tampoco nos podemos engañar, hay noticias, ruedas de prensa y convocatorias a las que es inevitable darles cobertura. La actualidad manda. ¿Cuál es la solución? No lo sé, tal vez replantearse la agenda de los medios, apostar más por las informaciones propias, esas que hacen a uno sentirse realmente periodista, y escuchar por una vez a los que mandan, que son los usuarios de la información.

martes, 14 de octubre de 2008

Toronto-entero

Se acabó. Después de tres semanas en una ciudad y un país increíbles vuelvo a pisar tierra nacional y la realidad, esa de la que he intentado huir, pero que ya me ha alcanzado.

De Torontoentero (como dicen mis amigos) podría contar miles de cosas, tantas como para poder poner los dientes largos a más de uno. No exagero cuando digo que he estado en el sitio más bonito de mi vida, rodeada de naturaleza, respirando aire puro y aprendiendo a remar en canoa como los antiguos nativos.
Las cataratas del Niagara no decepcionarían sino fuera por su alrededor. En lugar de estar sumergida dentro de la naturaleza, están rodeadas por casinos y grandes rascacielos, un paraíso para algunos turistas. Pese a todo siguen siendo una maravilla que lucha diariamente por no ser destruidas por el hombre.

En French Canada se puede descubrir un país totalmente diferente. Francia e Inglaterra juntas a miles de kilómetros de distancia. Sus calles, sus monumentos, hasta su clima se parece a la del viejo continente.

Y Toronto...donde además de convivir grandes rascacielos con ardillas adorables, también lo hacen millones de personas, cada una más diferente de la de al lado. Allí la diferencia no se mira, se admira. A nadie le importa que tres niños de diferentes razas estén cogidos de la mano, ni que te puedas encontrar a una persona que es oriental y afroamericana al mismo tiempo. Todos son canadienses.

Y sí, he aprendido inglés. Si quieres comunicarte no te queda otro remedio. Brasileños, koreanos, japoneses, búlgaros, alemanes, franceses, italianos...y algunos españoles...Todos quedarán en mi recuerdo junto a Canadá, un país al que me gustaría volver.